jueves, 31 de julio de 2008

aclaracion

Quiero aclarar que buena parte de este artículo es autoria de

Lic. Gabriel Franco

Nutricionista - UBA

info@principiounico.com.ar - www.principiounico.com.ar

lunes, 30 de junio de 2008

DIETA TAOISTA


EL TAOISMO, MAHATMA GANDHI Y LA MACROBIÓTICA

En un principio, en la época prehistórica o del comunismo primitivo o sea la sociedad sin clase donde no existían armas sino solo para defenderse y no para dominar las personas eran necesariamente vegetarianas los habitantes ya que debían conseguir el alimento de una manera accesible, los animales había que casarlos o mantenerlos y es algo que se fue dando lentamente. Los seres humanos se alimentaban de vegetales, frutas, cereales o raíces tal como lo hacen los animales Una vez que los hombres iniciaron la construcción de las herramientas entre ellas las armas empezaron a transformarse en carnívoros. Ese paso le significo al hombre poder usar alimentos de alto nivel energético aunque poco digestivos como es la carne y la grasa. En el caso de las aves y pescados la situación es intermedia ya que necesitaban armas menos sofisticadas y el alimento era mejor digerible.

La sociedad fue deteriorándose, pasando por sociedades clasistas que aunque buscaban una mayor libertar e igualdad del hombre, iban creando también a su vez las peores guerras imaginables o sea su autodestrucción. Los pueblos van creando filosofías para poder sobrevivir en medio de esas desigualdades y violencias creando las religiones o filosofías como el Taoismo que buscan estar en equilibrio internamente y con el medio que nos rodea. En esa situación emerge la figura de un líder pequeño físicamente pero grande espiritualmente e ideológicamente que fue Mahatma Gandhi.

Al final de este artículo agrego un artículo del más grande pacifista de los tiempos modernos, Mahatma Gandhi, donde plantea el tema del Vegetarismo con más fuerza y desde dos ángulos claramente definidos: el moral y el económico. Su libro “La Base Moral del Vegetarismo”, describe con precisión y desde sus propias palabras, esta posición. Gandhi persigue dos propósitos con el Vegetarismo: uno moral, al obligarse a no matar (era un pacifista) para vivir, y otro económico, buscaba una dieta adecuada, que proveyera de todos los nutrientes necesarios para la vida, a un costo accesible para sus compatriotas sometidos por los ingleses a una pobreza indescriptible.

Los ingleses colonizaban ese país y eran los creadores de razas vacunas famosas, también del casimir ingles, este líder pacifista renegaba de todo eso e incluso del consumo de leche, que consideraba indeseable.

Los taoístas así como líderes como Gandhi promocionaban la longevidad o sea poder vivir sanamente muchos años. Junto con la respiración, la alimentación era el otro elemento importante como la leña lo es al fuego, Gandhi trabajó mucho sobre el cuidado del cuerpo, sosteniendo que lo necesitaba para continuar su lucha por la liberación de su pueblo. Se desprendió de todo interés material buscando en la simpleza de su vida encontrar la paz interior y la paz en su país colonizado por el país más violento hasta el momento que era Inglaterra. Tenía una frase “Deben masticar los líquidos y beber los sólidos”, que de su simpleza se encuentran grandes verdades.

Luego ese movimiento de cuidar el cuerpo y la mente con la alimentación sigue adelante y aparece la Macrobiótica creado por un japonés en los años 60, George Oshawa, escribe “Sois todos Sanpaku”, un tratado sobre alimentación basado fundamentalmente en la búsqueda de restauración del equilibrio Yin - Yang a través de los alimentos ingeridos.

La alimentación macrobiótica es, tal vez, la más difícil de realizar correctamente, ya que exige un profundo conocimiento de las propiedades Yin Yang de las personas y las cosas, para que su interacción resulte en un armónico equilibrio.

Por ejemplo, un alimento Yang puede convertirse en Yin según como se lo corte o se lo cocine, y la condición de un vegetal también dependerá de la estación del año en que haya sido sembrado y cosechado.

Pero volviendo a la evolución del uso de los alimentos, la macrobiótica no descarta casi ningún alimento, solo agrega algunos, de uso frecuente en Japón, que resultan más que novedosos para nosotros.

La restricción del uso de carne de vaca y otros productos de origen animal, que no sean algunos pescados, esta en función de su condición de Yin o Yang y las necesidades energéticas de la persona.

La macrobiótica tampoco impide comer carnes, solo recomienda no hacerlo, pero a diferencia del taoísmo, con el que mantiene fuertes lazos ideológicos, la razón está sustentada mas en principios de salud y desequilibrio Yin – Yang, que morales.


EL PORQUÉ DE LOS CEREALES

En un país de tanta carne como es el nuestro, tenemos una deformación de la dieta, hay una exagerada ingesta de proteínas de origen animal, especialmente vacuna.

Tenemos que conocer por lo tanto las características de otros alimentos como es el caso de los cereales .Son alimentos muy fáciles de conservar, ni necesitamos tenerlos en la heladera por su bajo contenido en agua. Nuestro organismo esta preparado para digerir mucho mejor ese tipo de alimento, y sino vean como se siente después de un plato de asado comparado con un plato de arroz. Los cereales integrales contienen alto contenido en Hidrato de carbono, fibras, vitaminas, minerales y aceites, que pueden ser usados con seguridad por los diabéticos, los alérgicos, Además por su costo son más accesibles por los pueblos pobres. El poco contenido de proteínas esenciales puede ser suplido por soja o proteínas animales.

Los granos cereales son muy variados entre ellos arroz y trigo integrales, sésamo, avena, mijo, cebada, centeno, que podemos usar para mejorar la calidad de nuestra dieta.

Solo deben cuidarse los celíacos que no pueden consumir trigo, avena, cebada y centeno

A diferencia del arroz blanco, el arroz integral contiene menos almidón, en términos relativos, aporta fibras, minerales y vitaminas. Regulariza la función intestinal y en cantidades adecuadas no agrede la mucosa gástrica.

EL NATURALISMO

Naturismo es un movimiento propio de toda la historia de la Humanidad, siempre los hombres han tratado de mejorar su medio de vida, tratando que no sea muy artificial. En este último siglo 20 y el que llevamos del 21 hay un activo movimiento en contra de la exagerada industrialización, lo artificial, lo sintético y lo químico. El hombre para tratar de lograr una mejor vida recurrió a la industria confeccionando los artículos plásticos que contaminan el ambiente y dan tanta alergia. Los países compiten por quien se eleva más industrialmente como fuente de poder político y económico. Pero miremos a la ventana o al tv y veamos que pasa con la crisis del petróleo que es lo que maneja toda la industria. El naturismo promueve un regreso a la vida en contacto pleno con la naturaleza y, por supuesto, un respeto renovado por la misma.

No solamente usamos la carne en exceso, sino que le agregamos conservantes, estabilizantes, saborizantes, medicamentos peligrosos.,

Estamos llenos de revistas, libros, programas de tv, instituciones que nos quieren enseñar a como comer mejor cuando en realidad es volver a como lo hacíamos de muy niños.

EL TAOISMO

Como en un cuento sabemos que en el año 300 AC, en la antigua China, un viejo bibliotecario llamado Li Erh, mas conocido en occidente como Lao Tzu (o Lao Tze o Lao Zi), lega a la humanidad los textos escritos en verso (epigramas) que conocemos como Tao Te King, libro esencial del taoísmo que explica todo lo explicable sobre el Tao y la vida en é. El Taoismo es tan suave como el Tai Chi, el arte marcial suave por excelencia, es tan creador de respeto hacia el otro como lo es por la vida en general

El Tai Chi y el Chi kung son dos practicas que están basadas en la filosofía taoista, con dichas practicas cultivamos esa filosofía de la vida que es el Taoismo. Es una forma de hacer y no de decir simplemente, es realidad, no palabras solamente, buscamos el cuidado de la vida, cuidar el cuerpo y conservar la salud.

El concepto de Yin y Yang aparece por primera vez en el “Libro de las mutaciones o I-Ching” ligado a la dinastía Shang que reinó desde 1766 a 1123 a. C.

El concepto de Tao, si bien es posterior a Yin y Yang, nace como una forma de denominar aquello que ya era Yin y Yang, pero que a la vez no era nada. Algo así como el “algo” anterior al Big Bang de occidente. Una condensación de materia surgida de la nada.

Con Yin Yang se denomina a la totalidad de las cosas, física y no física, a través de su polaridad, ya que Yin y Yang son opuestos y complementarios.

Estos conceptos son la base de la antigua filosofía china, todo lo existente en la creación contiene estos dos elementos.

Se considera Yang al movimiento, crecimiento, calor, luz y todo lo relacionado con actividad.
Se considera Yin a la tranquilidad, introversión, frío, oscuridad y todo lo que contenga pasividad.

Por ejemplo el frente del cuerpo es Yin y el dorso es Yang. La región de la cintura hacia arriba es Yang, y de la cintura hacia abajo, es Yin.

Como veremos mas delante, para los órganos internos, 5 Zang son Yin y 6 Fu son Yang, pero cada órgano tiene una materia Yin y una actividad o función Yang. Cualquier desequilibrio entre el Yin y el Yang dan a lugar a una enfermedad.

Los factores que producen el desequilibrio son seis:
Viento, frío, calor de verano, humedad, sequedad y calor moderado de los cuales frío y humedad se consideran Yin y el resto Yang.
Para restablecer el equilibrio es necesario reducir o estimular el elemento Yin o Yang desequilibrado.



La base moral del vegetarianismo

Por Mohandas Karamchand (Mahatma) Gandhi

De European Vegetarian Unión News, Número 1/1998

Discurso de Gandhi en una reunión social organizada por la Sociedad Vegetariana de Londres el 20 de noviembre de 1931

Señor presidente, compañeros vegetarianos y amigos:
No tengo que decirles que tan complacido estuve cuando recibí la invitación para estar presente en esta reunión, pues reviví viejos recuerdos y agradables reminiscencias de amistades que establecí con vegetarianos. Me siento especialmente distinguido al encontrar a mi derecha al señor Henry Salt. Fue el libro del señor Salt Una petición por el vegetarianismo, el que me mostró porqué aparte de un hábito heredado, y de la adhesión a un voto que me fue impartido por mi madre, tenía razones para ser vegetariano. Me enseñó porqué era un deber moral concerniente a los vegetarianos el no vivir por la muerte de nuestros amigos los animales. Por tal motivo, para mí es de mucho agrado tener al señor Salt entre nosotros.

No pretendo ocupar su tiempo expresándoles mis experiencias con el vegetarianismo, ni tampoco quiero hablarles de la gran dificultad que enfrenté en el propio Londres para permanecer firme en él, pero sí me gustaría compartir con ustedes algunos de los pensamientos que he desarrollado con respecto a éste. Hace cuarenta años solía mezclarme libremente con vegetarianos. En ese momento había apenas un restaurante vegetariano en Londres que no había visitado. Y me propuse por curiosidad, y para estudiar las posibilidades del vegetarianismo y de los restaurantes vegetarianos en Londres, visitar cada uno de ellos. Naturalmente, entré en estrecho contacto con muchos vegetarianos. Al estar en las mesas, me di cuenta que la conversación trataba en su mayor parte sobre la alimentación y las enfermedades. También pude ver que los vegetarianos que se esforzaban para mantenerse en su vegetarianismo, encontraban muy difícil hacerlo desde el punto de vista de la salud.

No sé si hoy en día ustedes tengan ese tipo de debates, pero yo acostumbraba a asistir en esa época a discusiones sostenidas entre los propios vegetarianos, y entre vegetarianos y no-vegetarianos. Recuerdo un debate similar entre el Dr. Densmore y el fallecido Dr. T. R. Allinson. En ese entonces, los vegetarianos tenían el hábito de hablar nada más que sobre la alimentación y las enfermedades. Yo considero que esa es la peor manera de ocuparse de este asunto. También veo que aquellas personas que se vuelven vegetarianas porque están padeciendo alguna enfermedad o algo parecido —es decir, solamente desde el punto de vista de la salud—, son las que se retiran en mayor medida. Descubrí que para permanecer firme en el vegetarianismo, un hombre requiere una base moral.

Para mí, ese fue un gran descubrimiento en mi búsqueda de la verdad. A temprana edad, en el curso de mis experimentos, me di cuenta que una base egoísta no serviría para conducir a un hombre hacia lo más alto en los caminos de la evolución. Lo que se requería era un propósito altruista. También me di cuenta que la salud no era un monopolio exclusivo de los vegetarianos. Encontré que muchas personas no se inclinaban hacia una u otra dirección, y que los no-vegetarianos mostraban, generalmente hablando, una buena salud. Igualmente pude observar que para algunos vegetarianos era imposible seguir siéndolo porque habían hecho de la comida un fetiche y porque pensaban que volviéndose vegetarianos podrían comer tantas lentejas, judías, fríjoles y queso como quisieran. Pero desde luego, aquellas personas quizá no podrían mantenerse saludables.

Al observar a lo largo de estas líneas, me percaté que un hombre debe comer con moderación y de vez en cuando ayunar. Ningún hombre o mujer comió realmente con moderación o consumió simplemente aquella cantidad que el cuerpo requiere y nada más. Fácilmente caemos víctimas de las tentaciones del paladar y, por consiguiente, cuando algo sabe delicioso, no nos importa tomar uno o dos bocados más. Pero ustedes no pueden mantenerse saludables bajo esas circunstancias. Por lo tanto, descubrí que para mantener la salud, sin importar lo que comieran, era necesario reducir la cantidad de alimento y el número de comidas. Vuélvanse moderados: fallen en el lado de lo menos, en vez de hacerlo en el lado de lo más. Cuando invito amigos a participar de mis comidas nunca los presiono para que tomen algo, excepto lo que ellos exijan. Al contrario, les digo que no tomen algo si no lo desean.

Lo que quiero que comprendan es que los vegetarianos necesitan ser tolerantes si quieren convertir a otros al vegetarianismo. Tengan un poco de humildad. Debemos apelar al sentido moral de las personas que no están de acuerdo con nosotros. Si un vegetariano enfermara y un doctor le prescribiera caldo de carne, entonces no lo llamaría un vegetariano. Un vegetariano se hace de un material más fuerte. ¿Por qué? Porque es para la edificación del espíritu y no del cuerpo. El hombre es más que carne. El espíritu del hombre es lo que nos interesa. Por lo tanto, los vegetarianos deberían tener esa base moral, porque un hombre no nació como un animal carnívoro, sino que nació para vivir de las frutas y las hierbas que la tierra produce. Sé que todos debemos cometer errores. Yo dejaría la leche si pudiera, pero no puedo. Lo he intentando cientos de veces. Después de una seria enfermedad no pude recobrar mis fuerzas a menos que volviera a tomar leche. Ésa ha sido la tragedia de mi vida. Pero la base de mi vegetarianismo no es física, sino moral. Si alguien dijera que voy a morir si no como caldo de carne o carne de cordero, incluso por consejo médico, preferiría morir. Ésa es la base de mi vegetarianismo.

Me gustaría opinar que todos aquellos que nos autonombramos vegetarianos deberíamos tener esa base. Había miles de carnívoros que no continuaron comiendo carne. Debe haber una razón clara para que hagamos ese cambio en nuestras vidas, para que adoptemos hábitos y costumbres diferentes a los de la sociedad, aunque a veces ese cambio pueda molestar a nuestros más allegados y queridos. Por nada del mundo deberían sacrificar un principio moral. Por consiguiente, la única base para tener una sociedad vegetariana y para proclamar un principio vegetariano es, y debe ser, una base moral. No voy a decirles, según lo que he visto y he recorrido por el mundo, que los vegetarianos, en general, disfruten de una mejor salud que los carnívoros. Pertenezco a un país que en su mayoría es vegetariano por hábito o por necesidad. Por lo tanto, no puedo declarar que eso demuestre una mayor resistencia, un mayor ánimo, o una mayor inmunidad contra las enfermedades, ya que eso es algo particular y personal. Requiere obediencia, y una escrupulosa obediencia, a todas las leyes de higiene.
De hecho, pienso que lo que los vegetarianos deben hacer es no destacar las implicaciones físicas del vegetarianismo, sino observar las implicaciones morales. Aunque todavía no hemos olvidado que tenemos muchas cosas en común con los animales, no tenemos completamente en cuenta que hay ciertas cosas que nos diferencian de ellos. Claro está que tenemos animales vegetarianos como la vaca y el toro —los cuales son mejores vegetarianos que nosotros—, pero hay algo mucho más noble que nos llama al vegetarianismo. Por consiguiente, pensé darle énfasis únicamente a la base moral del vegetarianismo durante los pocos minutos en que tendría el privilegio de hablarles. Y diría que he comprobado por mi propia experiencia y por la experiencia de miles de amigos y compañeros, que ellos encuentran satisfacción, hasta donde concierne al vegetarianismo, de la base moral que han escogido para mantenerlo. Para terminar, les agradezco a todos por venir aquí y permitirme ver personas vegetarianas cara a cara. No puedo decir que solía reunirme con ustedes hace 40 o 42 años. Supongo que los rostros de la Sociedad Vegetariana de Londres han cambiado. Hay muy pocos miembros que como el Señor Salt pueden afirmar que su relación con la Sociedad se extiende por más de 40 años.

El Señor Henry S. Salt fue Maestro Auxiliar en Eaton entre 1875 y 1884, Secretario Honorario de la Liga Humanitaria entre 1891 y 1919. Ha sido vegetariano por más de 50 años y nunca ha tenido razón para dudar de la superioridad de esta dieta. Tenía ochenta años en el momento del discurso de Gandhi y era un escritor cuya opinión de la actual «civilización» puede apreciarse en el título de su libro Setenta años entre salvajes.